De momento, nos quedamos con 'reburujina'
Me han conocido en un momento extraño de mi vida
El mundo de las newsletters es fascinante. Durante estos casi dos años, en los que he estado escribiendo de forma más esporádica de lo que me hubiera gustado, siento que he tenido acceso a una parte de internet que todavía se encuentra sin pervertir. Una selva virgen de contenido lejos del hate, de la toxicidad, de las competiciones insanas y de los discursos basados en falacias y el miedo. Un resquicio de creatividad en el que siento que he tenido la suerte de colarme y ser aceptada. Una amalgama de seres sin mayor ambición que la de compartir que me ha aportado personas maravillosas que se han convertido en red de seguridad.
Con todo lo que me ha aportado esta plataforma seguir enfocando mi newsletter como algo temporal no era coherente. Substack es un sitio al que siento que, de alguna forma, y sin presión, pertenezco. Dotarle de la importancia que realmente tiene en mi vida me parecía, cuanto menos, lo más respetuoso que podía hacer.
La idea de un cambio de imagen y enfoque nacía a la vez que “de momento, así”. En un momento extraño de mi vida (como la canción de Rufus) buscar una vía de escape para mi creatividad era necesario, pero esa creatividad seguía dormida como para concebir algo con lo que comprometerme. El momento extraño se fue alargando hasta el día de hoy, que decidí poner punto final para seguir poniendo muchos detrás y así darle continuidad a este proyecto.
Reburujina es una palabra canaria que significa, según el diccionario histórico de la RAE –sin ser nada de eso yo–, un conjunto de varias cosas revueltas. Aparte de la sonoridad del vocablo, y de la forma en que lo descubrí, que les contaré más adelante, me parecía que el significado se aproximaba a lo que sentía, y sigo sintiendo, en este momento extraño de mi vida. Una reuburujina de cosas que me ocurren y que, cuando voy teniendo tiempo, me dedico a gestionar. Casi siempre en forma de palabra escrita.
Coincide esto también con el cierre de una etapa, por supuesto, extraña. Siento que en apenas unos meses me he convertido en un ser humano completamente diferente que ha tenido que aprender a conocerse de nuevo. Como si todas las células de mi cuerpo se hubieran muerto y hubieran sido desechadas y reemplazadas por unas nuevas en apenas cinco meses, en lugar de en los 15 años que tarda habitualmente. Recolocándome tras tener que abandonar esos lugares en los que me sentía cómoda y segura. Saliendo de mi zona de confort en contra de mi voluntad. Reencontrándome en aquellas cosas que había dejado de lado por otras más estimulantes a la par que fútiles.
Con esto, entré en una etapa de reconocimiento y adaptación en la que, lo único que tenía claro, es que la temporalidad ya no me servía. En la que buscaba, lo perenne, lo absoluto, las certezas. El todo o la nada. Que reburujina de cosas en la que vivo se mantuviera para siempre.
Así, el de momento, ya no me servía.
Bienvenida, de nuevo.
welcome back amiga
qué ganas de seguir leyéndote, sara! y la referencia a rufus t. firefly…. 💘